martes, 19 de octubre de 2010

El desastre de Pompeya



En el año 79 d.C. Pompeya era una ciudad pequeña, de unos 15.000 habitantes, pero de bastante importancia en la época. Su historia se remonta a la época etrusca, y sus ciudadanos eran descendientes de los pueplos prerromanos y de los colonos romanos. Cerca de la ciudad, se halla el Vesubio, a unos 9 km de la cima de este volcán y a seis km de otra ciudad, una villa de veraneo llamada Herculano. La zona sufrió temblores de tierra y los manantiales se secaron en los momentos previos a la gran explosión volcánica del Vesubio. El 24 de agosto, poco después de mediodía, se produjo el acontecimiento, y, a media tarde, Pompeya quedó enterrada bajo varios metros de piedra pómez y ceniza procedentes del volcán. Herculano fue arrollada por una gran cantidad de lava que taponó la salida al mar debido a la formación de un gran muro de material ardiente solidificado. Los detalles de estos hechos los conocemos bien gracias al testimonio de Plinio el Joven. Muchos habitantes de Pompeya consiguieron huir, sin embargo fallecieron unas 2000 personas aplastadas y asfixiadas por los gases o por las cenizas. Con las excavaciones del siglo XIX se mostró al mundo la historia de un momento preciso de la vida cotidiana de hace ya hoy 2000 años: cómo vivían los pompeyanos, cómo eran sus calles, sus lugares de ocio (termas, teatro, foro...), sus templos, sus tiendas y tabernas etc. Unos momentos de la realidad conservados bajo las cenizas.
Marina García Diéguez

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